miércoles, 7 de junio de 2023

‘El general en su laberinto’, una mirada humana sobre la vida de Bolívar

 


facebook-white sharing button 209
twitter-white sharing button 16
whatsapp-white sharing button 5
García Márquez logró filtrar su mirada literaria en un pasaje de la vida de Bolívar del que no se sabía mucho.
Foto: Pixabay
Eduardo Otálora

La obra de Gabriel García Márquez es uno de los pilares de nuestra cultura. Sus libros, por obligación o gusto, terminan encontrando un lugar en nuestras bibliotecas. Por supuesto, cada una de sus obras se recibió de una manera diferente.

En el caso de ‘El general en su laberinto’, recuerdo que fue mi papá quien lo compró. Un día, en 1989, llegó emocionado con la noticia de que iba a salir el nuevo libro de García Márquez, el que trataba sobre Bolívar.

Para mi papá, un hombre de espíritu revolucionario, la figura de Bolívar era muy importante. Recuerdo que lo presentaba como un precursor de los sueños revolucionarios de un continente, como un líder que defendía principios libertarios, con los que mi papá estaba de acuerdo. Pero también lo recuerdo diciendo que, en sus últimos años, Bolívar perdió el rumbo de su lucha, que le pasó lo mismo que a todos los poderosos: lo encegueció la necesidad de control, de que todas las decisiones pasaran por sus manos.

También recuerdo que mi mamá, cuando conversaba con mi papá sobre el tema, decía que por eso Bolívar había envejecido tanto en los últimos años de su vida. Ella estaba convencida de que la sed de poder lo amargó y lo fue arrugando de adentro hacia afuera. Así hablaba mi mamá, siempre con metáforas.

Yo los escuchaba y en mi imaginación de niño la figura de Bolívar iba de un lado para otro. De la cara con mirada firme y rasgos afilados que veía en un cuadro que estaba colgado en mi salón de clase, a la figura de un anciano diminuto que me mostraron cuando visitamos la Quinta de San Pedro Alejandrino, en Santa Marta; ese lugar a donde llegó Bolívar a morir.

Por todo esto, la llegada a mi casa de ‘El general en su laberinto’ resultó un evento muy importante. Aunque mi papá lo llevó, la primera en leerlo fue mi mamá. Casi siempre era así, porque ella leía con voracidad y despachaba los libros en uno o dos días.

En el caso particular de ‘El general en su laberinto’, la recuerdo leyendo concentrada y con una libreta de notas al lado. Cada tanto escribía algo en la libreta y pronto volvía al libro. Era como si cada línea la masticara con cuidado para sacarle hasta la última gota de jugo. Me impresionó tanto verla leer así que le pedí que me leyera el libro por las noches. Y lo hizo.

Entonces Bolívar se convirtió para mí, no sólo en el prócer del que me hablaban en el colegio, sino también en un personaje de novela. Ahora, con el paso de los años, entiendo que ese es el gran mérito de García Márquez en esa obra: logró filtrar su mirada literaria en un pasaje de la vida de Bolívar del que no se sabía mucho, para construir un personaje literario encima de una figura histórica.

Unos años después, en 1998, una compañera del colegio me regaló de amigo secreto ‘El general en su laberinto’. Un regalo ciertamente atípico, pero comprensible; creo que ya se notaba mi vena de escritor. Esa misma noche lo empecé a leer y sentí como si empezara un viaje. Pero no uno feliz, como los de las vacaciones. Este era un viaje amargo, lleno de tristeza y desesperanza. Una huida en cámara lenta.

En ‘El general en su laberinto’ García Márquez hace que las acciones de Bolívar sean soporíferas, casi como si el calor infernal de la cuenca del Magdalena se le hubiera metido en el alma y, para moverse, tuviera que vencer las nubes de mosquitos, los rugidos de los jaguares y las fauces de los caimanes dormilones. Ese es el recuerdo que tengo del libro. Y hoy en día, luego de leer mucho más de García Márquez y de conocer el Magdalena, puedo afirmar que al libro se le nota cada uno de los dos años que estuvo el autor investigando para escribirlo.

Se sabe que la idea de esta novela la tomó García Márquez de su amigo Álvaro Mutis, quien estaba escribiendo un libro titulado ‘El último rostro’, donde quería contar el último viaje de Bolívar por el Magdalena. Pero esa novela nunca se terminó y García Márquez, con el permiso de Mutis, tomó la posta y empezó a trabajar. Se dice que, entre muchas otras cosas, leyó todas las cartas que se tienen de Bolívar, estudió con cuidado los periódicos del siglo XIX y revisó con lupa los treinta y cuatro tomos de las memorias de Daniel Florencio O'Leary.

Todo ese trabajo se nota en el libro y permite conocer una imagen de Bolívar donde su figura heroica no brilla más que sus complejidades humanas. En ese sentido, el perfil que creó García Márquez puede que no se ciña a los parámetros históricos (eso nunca lo sabremos), pero se parece más a conocer la vida de una persona de carne y hueso.

Quizás por eso, en mi memoria la imagen de Bolívar ya no está llena de medallas en las solapas y trompetas sonando a su paso. Ahora puedo verlo diminuto, como era, con la cara sudorosa y el ánimo decaído, peleando con los fantasmas de su pasado porque ya la gente no lo reconoce ni le hace venías en los caminos.

lunes, 8 de mayo de 2023

Entre maestros: Remembranzas añejas de Simón José Antonio



(Guion de José Urbina Pimentel)

2022

 

 

     Guion con sentido histórico para teatro estudiantil, que describe entre recuerdos de Andrés Bello y Simón Rodríguez,  momentos de la vida y acción de Simón Bolívar a través de una hipotética y amena platica que se realiza entre ellos, en uno de los dos viajes a Chile efectuados por Rodríguez, que ciertamente se produjeron.

     Se recomienda simular la época con los actores ataviados de camisa y lazo, proponiendo uso de sombrero, bastón y libros de portadas oscuras.

     Para el escenario, se sugieren dos sillas y de igual manera, una mesa pequeña cubierta con un mantel y candelabro, sobre la cual se coloquen unas tazas que simulen estar, compartiéndose un café.

 

 

 

 

 

 

 

Narrador: Corre el año de 1837. Hace casi una década desde que el insigne poeta venezolano Andrés Bello se radicó en Santiago de Chile, cuando en 1829 llegó al puerto de Valparaíso procedente de Inglaterra, para dirigirse a Santiago, donde sus contactos con chilenos en Europa, le aseguraban una carrera como educador. Había salido de Caracas hacia Londres en 1810, a cumplir compromisos de la causa independentista, en una misión encargada de buscar  apoyo económico y militar para la guerra que estaba por estallar. En este viaje, del que nunca regresó a Venezuela, iba acompañado por Simón Bolívar.

Allí, en la capital inglesa vivió casi por veinte años, donde desarrolló una amplia actividad intelectual, la cual continuó en Chile, país en el cual era ya un respetado e importante ciudadano por sus innegables aportes a la sociedad; como Rector del Colegio de Santiago, dirigiendo periódicos y desempeñándose como jurista, pero sobre todo al ser el fundador y primer Rector de la Universidad de Chile, y por redactar el Código Civil chileno, esto ultimo gracias sus grandes conocimientos de la jurisprudencia, a pesar de no haber culminado sus estudios de Derecho en la Pontificia Universidad de Caracas, al igual que los de Medicina, que de manera paralela había cursado.

 Una tarde cualquiera del frio otoño de las regiones australes, recibe en su casa la visita de Rodríguez, con quien ya tres años atrás, también en una oportunidad en la cual se instaló en Chile para ejercer la dirección de un colegio, se habían reunido. En esta oportunidad, llega a Chile por motivos de publicación de sus libros. Estaba el viejo maestro Simón  próximo a cumplir 70 años de edad, cansado de un largo recorrer el mundo, por Europa y Sudamérica, desde los años en que tomó el seudónimo de Samuel Robinson, como símbolo de rebeldía libertaria. Por su parte, Andrés, era más joven apenas superando los cincuenta años.

Ambos tenían en común el haber sido preceptores de Bolívar, sus maestros particulares, en su infancia y adolescencia, influyendo determinantemente los dos en sus inquietudes intelectuales.

          Luego de un fraterno abrazo, sentados, uno al lado del otro, en el corredor de la añeja casona, dialogan sobre si mismos, para poco a poco, rememorar el pasado, evocando a Simón, el líder de la independencia sudamericana, muerto en Colombia siete años antes.

 

Andrés: Como pasa el tiempo. Ya tres años desde que viniste a dirigir un Colegio.

 

Simón: Si, bonita experiencia, pero no continúe, y me regresé a Perú. Me enteré que tu si continuas en tu Colegio.

 

Andrés: Bueno, sigo siendo el  Rector, aunque pronto lo dejaré para laborar como diplomático, ya que me dieron la nacionalidad chilena.

 

Simón: Tú eres muy formal. Que lo diga yo, que he sido un trotamundos, sin realmente un techo fijo.

 

Andrés: Bueno, claro ese espíritu inquieto lo mostrabas en aquellos años, cuando coincidíamos en la casa de los Palacio, para tutoriar a Simón.

 

Simón: Fueron días placidos sin lugar a dudas, pero que exigían cambios para el territorio.

 

Andrés: Ellos eran gente importante, y muy ricos.

 

Simón: Simón, Simón. Recuerdo lo inquieto que era. Siempre corriendo de allá para acá. No se quedaba tranquilo un momento. Pobre familia.

 

Andrés: Con el tiempo, por lo duro que le tocó, fue aquietándose. Lo conocí en su adolescencia, la época en que se la pasaba pensativo bajo un árbol.

 

Simón: Fuerte. Llegó un momento en que a su madre no le quedó otra opción que dárselo a un hermano para que lo criara, ya que estaba enferma.

 

Andrés: Si, y su tío decidió que siguiera los pasos del papá como militar, internándolo en un Batallón y se graduó de Teniente apenas adolescente.

 

Simón: Era extraño verlo caminando por las calles de Caracas, vestido de Oficial con solo dieciséis años.

 

Andrés: De ahí viajó a Madrid. Un oficial joven, adinerado y de grandes apellidos. Allá se la pasaba entre fiestas y reuniones con la sociedad cortesana.

 

Simón: Fue la época en que conoció a María Teresa.

 

Andrés: Un amor a primera vista, pero fugaz.

 

Simón: De inmediato el matrimonio, y al poco tiempo viudo, lo que lo volvió muy melancólico.

 

Andrés: Un vacío emocional para siempre. Nunca fue el mismo, y aunque luego tuvo muchos amores, no lo superó. Se hizo más reflexivo.

 

Simón: Ya pensaba en política. De nuevo viajo a Europa y nos reencontramos. Recorrimos Francia e Italia, donde vimos grandes cambios sociales.

 

Andrés: Muchas experiencias contigo como guía, y al regresar a Venezuela, se incorporó a los grupos que estaban descontentos con la dependencia colonial.

 

Simón: Claro, la llamada Conspiración de los Mantuanos.

 

Andrés: Es que tu tocayo Simón paso por tantas cosas que lo hicieron madurar muy joven.

 

Simón: Andrés, en ese tiempo tú estabas en Caracas, y formaste parte del movimiento que se formaba.

 

Andrés: Si, en 1810 estalló la insurrección. Y viajamos a Londres juntos a buscar apoyo para la lucha, Él regresó pronto para liderar la guerra junto a Miranda,

 

Simón: Luego de liberar a Venezuela, salió a concluir la liberación de Ecuador, Perú y la naciente Bolivia. Y me nombró Ministro de Educación de Perú.

 

Andrés: Debe haberte costado, ya que no te gustan esos cargos,.

 

Simón: Pues él era el Presidente, y como me negaba yo a darle mi colaboración.

 

Andrés: Pensar que ese joven al que educábamos, seria decisivo en la construcción de las repúblicas de América del Sur.

 

Simón: Pero su gran sueño fue la Gran Colombia. Y como sueño al fin, muy corto.

 

Andrés: Y su disolución, un golpe duro.

 

Simón: Doloroso, y frustrante; el verse incomprendido. Si bien tenia tuberculosis, por tantos fríos parameros, el fracaso grancolombiano, le aceleró su deterioro.

 

Andrés: Irónico que él y la Gran Colombia  fenecieran el mismo año de 1830.

 

Simón: Y de inmediato lo borraron del todo en Venezuela, prohibiendo su imagen y sus ideas. Pero algún día, nuevamente será reconocido lo que fue: El Libertador.

 

Andrés: Mira, sintámonos orgullosos de que fue nuestro amigo, y que fuimos parte fundamental de su pensamiento, al motivarlo a la lectura y al conocimiento.

 

Simón: Tienes razón. Pero me tengo que ir. Mañana viajo temprano, Cuando regrese te visito con más calma y recordamos viejos tiempos. Hasta luego Andrés.

 

Andrés: Hasta pronto Samuel Robinson. Regresa cuando quieras, que las puertas de esta vieja casa siempre las conseguirás abiertas. Que te vaya bien.

 

Narrador: Se despidieron sonrientes, con un fraternal abrazo, entre la nostalgia fraterna y los recuerdos del pasado. Y esa fue la última vez, que los dos viejos maestros se vieron. Simón Rodríguez regresó directamente desde el puerto de Valparaiso a Lima, pero jamás regreso a Chile.

lunes, 1 de mayo de 2023

Bolivar y la Educación

   


La UNIVERSIDAD DE CARACAS y el Escudo de los Bolibar

La educación que vislumbraba El Libertador Simón Bolívar  era para una época y una realidad, para una situación social, política y económica concreta.

Bolívar pensaba que la consolidación de naciones libres solo podría lograrse después de superar, por medio de la educación, la mentalidad de colonias subordinadas. Respecto a esto Bolívar afirmó: “las naciones marchan hacia el término de su grandeza, con el mismo paso en que camina la educación”.

Cuando el pueblo, por medio de la instrucción, sepa lo que son sus deberes y derechos, habremos consolidado la RepúblicaEn Venezuela, Manifestó varias veces su preocupación por mejorar el sistema educativo, y dictó medidas como estas:


  • Creación de escuelas primarias, basadas en el sistema de enseñanza de José Lancaster, a quien Bolívar conoció en Londres e invitó a Venezuela.
  • Reforma de los estatutos de la Real y Pontificia Universidad de Caracas para adaptarla a la nueva realidad del país y actualizar su funcionamiento tanto académico como administrativo. En los diferentes países Bolivarianos, el libertador dejó su huella como reformador y promotor de la educación.
  • En Colombia, decretó en 1829 la obligatoriedad de la educación primaria e implanto numerosos colegios y centros de enseñanzas.
  • En el Perú, cróela universidad de Cuzco, así como los colegios para varones y hembras.
   Su interés por mejorar la calidad de la educación en su época, le hizo pensar en la necesidad de enviar varones becados al exterior para perfeccionar sus conocimientos y traer al país nuevas técnicas y aprendizaje.
La visión de Bolívar sobre la educación como medio de alcanzar la igualdad democrática de los ciudadanos, se proyecto en el tiempo e influyo en el decreto de instrucción pública de Guzmán Blanco en 1870. El decreto de ilustración pública de Guzmán Blanco constituyó un importante paso hacia un sistema democrático de la enseñanza, que fue evolucionando con las posteriores reformas educativas de octubre de 1945, de 1960 y de 1980.

   Los logros educativos alcanzados en países como Colombia, Perú, Ecuador, Bolivia, Panamá y Venezuela, en su lucha contra el analfabetismo y el atraso, se han apoyado en gran parte en las ideas y proyectos del Libertador, aunque todavía persisten, en buena medida, muchos de esos problemas.
Bolívar al igual que en sus ideario Político, y Social , anhelaba una educación de espíritu progresista y revolucionaria, la importancia de la educación para el ejercicio de la vida ciudadana , llama que mantenía viva con gran fulgor , ya que sostenía la educación como la base fundamental de toda sociedad , de allí su máximo pensamiento expresado en el Congreso de Angostura en el que pronunció con profundo sentir "MORAL Y LUCES SON NUESTRAS PRIMERAS NECESIDADES" Sus ideas fueron inspiradas de su más noble pasión, apoyadas de los escritos de Juan Jacobo Rousseau quien afirmaba que la educación es un proceso que se inicia con el nacimiento y termina con la muerte del individuo.


Sus principales ideas educativas fueron:
  • El proceso educativo debe ir dirigido hacia la formación de ciudadanos amantes de la libertad y del respeto por las leyes y sus instituciones.
  • La enseñanza debe adaptarse a la edad, al carácter, y a las inclinaciones de los niños y niñas.
  • El estado debe dirigir y orientar la educación y por ello asignar como primera atribución a la Cámara de Educación dirigir la educación física y moral desde el nacimiento hasta los doce años cumplidos.
  • Propone y estimula la publicación de libros en nuestro idioma. 
  • Los planes de estudio deben llevar a las mentes de los estudiantiles los elementos indispensables para fomentar los principios morales y el respeto a las leyes y a los magistrados, consubstancial con la estabilidad de las instituciones democráticas.
  • La Cámara de Educación tiene la obligación de elaborar un plan de edificaciones escolares, señalando las condiciones requeridas en estos establecimientos y su ubicación.
  • Publicación de estadísticas vital y cultural para hacer un balance de los progresos del país.
  • Defiende el principio de adaptación de la enseñanza a las condiciones del desarrollo y capacidad del alumno.
También Bolívar toma las siguientes medidas en materia educativa:

  • Legisla sobre planteles y maestros para indios.
  • Decreta la Enseñanza Obligatoria en el Perú.
  • Promueve la instrucción femenina.
  • Expropia bienes de las iglesias y de particulares a favor de la instrucción.
  • Transforma colegios privados y conventos en colegios públicos.
  • Dispone se arrienden bienes nacionales para fomento de la enseñanza general.
  • Establece escuelas lancasterianas en Colombia, Perú y Bolivia.
  • Funda una escuela náutica en Guayaquil.
  • Contribuye con la educación a expensas de los escasos recursos que le restaban de la cuantiosa fortuna heredada.
  • Ordena en Chuquisaca el establecimiento en cada capital departamental de una escuela para ambos sexos. Crea en Perú un colegio de ciencias y artes, una escuela militar y un colegio seminario.
Enseñanzas De Las Lenguas.

    Bolívar se preocupo fundamentalmente por la educación de los pueblos. Consideró   indispensable   la enseñanza de los idiomas modernos sin descuidar el idioma castellano. Bolívar,   hablaba tres idiomas, español, francés e inglés.

Buen Uso De La Memoria.

   “Hay hombres que necesitan estar solos y bien retirados de todo ruido para poder pensar y meditar; yo pensaba, reflexionaba y meditaba en medio de la sociedad, de los placeres, del ruido y de las balas. En medio de mucha gente me hallaba con mis ideas y sin distracción”,
Simón Bolívar
    Bolívar era un ambidextro sobresaliente: tenía la facultad de escribir con la misma fluidez con la mano derecha que con la izquierda, se afeitaba con ambas manos. Fernando, su sobrino predilecto, fue quién mejor supo interpretar al.

La Reforma Universitaria De 1827.

Una buena síntesis de esas Reformas, contenidas en el reglamento de 289 Artículos, es la que nos presenta Ildefonso Leal:

  • Destacó la importancia de la formación científica de los catedráticos universitarios. La decencia, el decoro, la urbanidad, la cultura en el idioma, todo debe recluir en los maestros, a fin de que con estas lecciones practicas formen buenos discípulos.
  • Consagro el sistema de jubilaciones "con renta entera" a los veinte años de servicio, ordeno premiar especialmente con reconocimientos de méritos computables para una jubilación anticipada a quien escribiera o tradujera libros fundamentales.
  • Eximió a los estudiantes del servicio militar, para garantizar una buena marcha de la enseñanza.
  • Consideró indispensable la enseñanza de las matemáticas, los idiomas modernos y las ciencias.

  • La importancia de la educación para Bolívar

    Como intelectual e ilustrado, Bolívar veía la educación como un paso necesario para la formación de ciudadanos en la construcción de las democracias.

    Con la idea de que la educación necesariamente debía dirigirse a conjunto de los ciudadanos y no solamente concentrarse en las élites gobernantes, Bolívar promovió fuertemente la educación básica.

    Además de la democracia, Bolívar estaba convencido de que otras características importantes de una nación no podían funcionar bien sin la educación adecuada. Sostenía que ni la justicia, ni el ejercicio de cualquier poder público, ni el ejercicio mismo de la ciudadanía podían prescindir de la educación y el saber.





BOLIVAR NATURALISTA


“Si al que no tiene tiempo para mirar las nubes que vuelan sobre su cabeza, las hojas que el viento agita, el agua que corre en el arroyo y las plantas que crecen en sus orillas, le dijera yo, que la vida es triste y me tendría por un loco” Simón Bolívar

Bolívar amaba la naturaleza intensamente..! El 19 de diciembre de 1825, desde Bolivia promulga el siguiente Decreto: “Que en todo los puntos en que el terreno prometa hacer prospera una especie de planta mayor cualquiera, se emprenda una plantación a costa del Estado, hasta el número de un millón de árboles, prefiriendo los lugares donde haya más necesidad de ellos

Para comprender lo trascendental y sorprendente que en el siglo XIX Bolívar se preocupara por el medio ambiente, debemos trasladarnos al presente, cuando las naciones entienden la necesidad de salvar el planeta de la deforestación, luego que los científicos en los laboratorios descubrieron que las plantas mediante el proceso de fotosíntesis que se sucede en la clorofila (partes verdes), bajo la acción de la luz solar: absorben del aire atmosférico anhídrido carbónico y los descomponen en sus dos elementos: oxigeno y carbono, que hacen posible la vida en el planeta..! es decir, que Bolívar se había proyectado casi dos siglos a un descubrimiento y de allí su preocupación por salvar el ecosistema… La Biodiversidad, expresa la diversidad del mundo biológico. El término surgió en 1985, y en su sentido más amplio es sinónimo de “vida sobre la Tierra”


En el siglo XIX no existían una conciencia conservacionista, y sin embargo Bolívar con una visión clara pudo adelantarse a su tiempo, para iniciar campañas a favor de la madre naturaleza… Sus decretos constituyen una Política Ambiental que sentó pautas hacia el futuro.

Bolívar amaba la naturaleza: “Como gran parte del territorio carece de agua, que se visiten las vertientes de los ríos, se observe el curso de ellos, y se determinen los lugares por donde puedan conducirse las aguas a los terrenos que estén privados de ella

A caballo recorrió 23.000 kilómetros, mucho más de lo que transitaron Alejandro, Marco Polo y Napoleón, cuyas aventuras colman la atención de los historiadores. Desde muy pequeño Bolívar nadaba en los acogedores y tranquilos remansos del río Güaire, cerca del cual tenían sus padres una casa que utilizaban en tiempos de verano… Con Andrés Bello, jugueteaba en las riberas del Anauco, cuyas aguas zigzagueban por entre las suaves lomas de San Bernardino… Con su maestro Simón Rodríguez, subía el Avila sembrado de vegetación que le otorgaba un clima de eterna primavera a la ciudad colonial de los techos rojos.. y con los esclavos, recorría las siembras de San Mateo, compartiendo con la naturaleza un arco iris de especies y colores… Bolívar respetaba la naturaleza: nadie más que él sintió su poder destructivo: cuando subió el volcán Vesubio que con su lava sepultó las ciudades de Pompeya y Herculano… el 26 de marzo de 1812, cuando Caracas fue destruida por un fuerte terremoto, cuya fuerza telúrica llegó hasta Mérida y Barquisimeto: “Si la naturaleza se opone lucharemos contra ella y haremos que nos obedezca y cuando tuvo que conducir civiles y soldados por selvas, desiertos, ríos caudalosos, tormentas y cumbres nevadas… “A ninguno le será permitido exportar caballos, yeguas, mulas ni asnos, cualquiera sea el permiso con que lo intente”

 La obra del Abate Pluche “Espectáculo de la Naturaleza” que pertenecía a la biblioteca de su padre, lo inició como ecologista: en cada lugar hacía una parada, para anotar en su diario como el mejor de los científicos; en su cuaderno describía las especies por su habita y sus características… En sus últimos días un incipiente libro de Botánica China que siempre llevaba en sus alforjas, le leía pacientemente su fiel mayordomo José Palacios, al momento en que el Libertador se despedía de este mundo

“Cualquiera que extraiga de los bosques del Estado, quina, maderas preciosas y de construcción sin la debida licencia, o traspase los límites que se hayan fijado, incurrirá en una multa de veinte y cinco a cien pesos, aplicados a los fondos públicos; además pagará, a justa tasación de peritos, los objetos que haya extraído o deteriorado”

Bolívar creó un compendio de leyes que contemplaban las aguas, los bosques, los suelos, la flora, la fauna, la minería, abarcando así los recursos naturales renovables y no renovables. Eran temas innovadores para su tiempo, por cuanto para la época no existía una conciencia conservacionista ni se tenía el conocimiento científico para abordar el tema ecológico: “Acabar con la esterilidad de los suelos y sembrar árboles en los causes de los ríos para evitar que los mismos se sequen”

Con este Decreto, se adelantaba a las investigaciones científicas del siglo XX… Bolívar ordenó crear la Unidad de Planificación Ambiental, para evaluar los recursos naturales del país… Ordenó un “censo” de las tierras baldías y en manos de particulares, con el objeto de cuantificar los recursos mineros, forestales y en producción agrícola y pecuaria… Ordenó delimitar el patrimonio forestal de la República… Creó una Junta Provincial de Comercio y Agricultura, encargada de promover la siembra de los campos, prestar apoyo económico y tecnológico para hacerlas más productiva: “La agricultura, el comercio y la industria son el origen de la abundancia y prosperidad nacional y el verdadero y más inagotable manantial de las riquezas del Estado”

Estimuló la tecnología del campo y las investigaciones científicas, en momentos en que los métodos tradicionales parecían los más adecuados: “Decreto fomentar la industria, promoviendo y concediendo premios a los que inventen, perfeccionen o introduzcan cualquier arte o género de industria útil, muy particularmente a los que establezcan las fábricas de papel, paño u otras, a los que mejoren y faciliten la navegación de los ríos y hagan menos dispendiosos, fácil y cómodos los transporte por tierra. Para todos estos objetos, usará de las liberalidades del comercio y agricultores y de las rentas sobrantes de propios de la provincia, poniéndose de acuerdo con los cabildos que cooperarán por su parte de todos modos”

Esta disposición demuestra la visión futurista de Simón Bolívar: no sólo creó premios para la invención tecnológica, sino que estableció el principio de la exoneración fiscal por parte de los municipios para estimular la instalación de industrias, método de incentivos tributarios que hoy en día han sido adoptados por todos los países, pero que en su época, eran originales e innovadores.

Bolívar comprendía que la agricultura para su desarrollo, dependía no solo del agua, tecnología y mano de obra, sino de los caminos que conducen los productos del campo al comercio: “Para aumentar la producción del campos, ordeno mejorar los caminos, reparando o abriendo nuevos, para hacerlos amplios y cómodos, para facilitar el tráfico con los establecimientos de mercado”

Con Bolívar nació la Reforma Agraria que gobiernos posteriores han querido adjudicarse: “Todas las tierras reservadas en propiedad de los indios deben ser devueltas como legítimos dueños que son… Comprométase a incluir entre las tierras a ser distribuidas aquellas que sean más ricas, más fértiles y más fácil de cultivar, para que sean los indios quienes disfruten de estas ventajas y no otros… Ordenó distribuir las tierras en manos de los latifundistas, de manera que los nuevos dueños tengan tanto terreno como puedan cultivar”

Además creó la Ley de Distribución de Tierras de Propiedad del Gobierno… La protección de la fauna fue tema especial del Libertador: protegió la vicuña, típico de los Andes peruanos y bolivianos, los cuales eran cazados en forma indiscriminada para sostener el comercio de la lana. Ordenó la delimitación de Refugios de Fauna Silvestres: “A la gran necesidad que hay de proporcionar todos los medios posibles el aumento de la vicuña, al descuido con que hasta ahora ha sido tratada esta hermosa y peculiar producción del Perú… Se prohíbe, de hoy en adelante, la matanza de vicuñas en cualquier número que sean… sólo podrán ser trasquiladas en los meses de abril, mayo, junio y julio, para que la benignidad de la estación supla este abrigo de que se las priva”

A Bolívar le debemos la nacionalización de los recursos naturales no renovables: el 1° de febrero de 1825 ordenó la creación de la Dirección de Minas en cada capital de la República y el 24 de octubre de 1829, decretó la propiedad del Estado en todas las minas, estableciendo que las riquezas del subsuelo no pertenecían a los particulares, sino a todos los ciudadanos… Esta innovadora disposición, era contraria a la costumbres de la época, fundamentada en la Leyes de Indias, en cuanto a que las minas de piedras preciosas pertenecían al dueño de los terrenos donde éstas estuviesen ubicadas: “Conforme a las leyes, las minas de cualquier clase corresponden a la República, cuyo gobierno las concede en propiedad y posesión a los ciudadanos que las piden, bajo las condiciones expresadas en las leyes u ordenanzas de las minas, y con las demás que contiene este decreto”

Bolívar fue un venezolano excepciona, pero a su vez era un Ser incomprendido, por una sociedad que vivía en la cotidianidad

viernes, 21 de abril de 2023

Bolivar y el Panamericanismo




 “No descansaré hasta romper las cadenas del

dominio español en América.” [1]
Simón Bolívar
Libertador de América
 

Cada 14 de abril se celebra en el Continente Americano el Día del Panamericanismo, lo anterior con la finalidad de resaltar los ideales de paz y hermandad que deben existir entre las naciones de América en la búsqueda de estrechar las relaciones, coordinando acciones y actividades en conjunto, a través de la cooperación y la fraternidad buscando engrandecer en unión al Continente Americano [2].

La idea originalmente nace del Libertador Simón Bolívar; quien en el año 1826, convocó al Congreso de Panamá con la idea de crear una asociación de estados en el hemisferio… reafirmar los ideales de paz y solidaridad continental que todos profesan, fortalecer sus lazos naturales e históricos y recordar los intereses comunes y aspiraciones que hacen a los países del hemisferio un centro de influencia positiva en el movimiento universal a favor de la paz, la justicia y la ley entre las naciones.

Es importante destacar que, conforme a la anterior en 1890 se creó la Unión Internacional de Repúblicas Americanas, producto de la Primera Conferencia de Estados Americanos reunida en Washington. En 1910 esta misma agrupación se convirtió en Unión Panamericana y en 1948 adoptó el nombre de Organización de los Estados Americanos (O. E. A.) Esta Organización seleccionó el día 14 de abril de cada año para conmemorar el Día del Panamericanismo que se celebra en Venezuela, por Decreto Presidencial, desde 1930 [3].

Entre los países que conmemoran esta fecha se encuentran: Antigua y Barbuda, Argentina, Aruba, Bahamas, Barbados, Belice, Bolivia, Brasil, Canadá, Chile, Colombia, Costa Rica, Cuba, Curazao, Dominica, Ecuador, El Salvador, Estados Unidos, Granada, Guatemala, Guyana, Haití, Honduras, Jamaica, México, Nicaragua, Panamá, Paraguay, Perú, Puerto Rico, República Dominicana, San Cristóbal y Nieves, Santa Lucía, San Vicente y las Granadinas, Sint Maarten, Surinam, Trinidad y Tobago, Uruguay y Venezuela [4].

‘El general en su laberinto’, una mirada humana sobre la vida de Bolívar

    209   16   5 García Márquez logró filtrar su mirada literaria en un pasaje de la vida de Bolívar del que no se sabía mucho. LITERATURA F...