martes, 31 de enero de 2023

Manifiesto de Cartagena

El Manifiesto de Cartagena de 1812
Archivo Señal Memoria de RTVC. Diseño gráfico: Karen López para Señal Memoria de RTVC

El Manifiesto de Cartagena es considerado el texto de Bolívar que sentó las bases para la cooperación americana, no solo durante las campañas de independencia, sino también en los procesos de cooperación internacional que se desarrollan en la actualidad.


El Manifiesto de Cartagena fue un texto escrito el 15 de diciembre de 1812 por el Libertador Simón Bolívar, respaldado con la firma de Manuel Tejera y cuyo destinatario era el Congreso de las Provincias Unidas de la Nueva Granada con el título: Memoria dirigida a los ciudadanos de la Nueva Granada por un caraqueño. Su nombre se debe al hecho de haber sido redactado en Cartagena. Bolívar lo firmó en su carácter de coronel del ejército de Puerto Cabello y Manuel Tejera como Ministro de la Alta Corte de Caracas. El documento original no se ha encontrado, pero se conoce el texto gracias a la publicación hecha en la imprenta de Diego Espinosa, en Cartagena, en 1813.

Su importancia radica en que es considerado el primer documento escrito por Simón Bolívar en el que expresó su pensamiento político mediante un análisis de lo ocurrido en Venezuela y que llevó a la caída de la Primera República dentro del proceso de independencia. El explicar las causas del fracaso de la independencia de Venezuela y centrarse en un análisis de los hechos ocurridos en aquella región del Virreinato de Nueva Granada, es lo que justifica el nombre de “Memoria”. Su objetivo era lograr el apoyo del gobierno de la Nueva Granada para enfrentar la reconquista española de su patria y completar el proceso de independencia de Suramérica.

El análisis de la realidad política del momento permitió a Bolívar mostrar las causas de lo que consideraba “el fracaso de Venezuela”, la coyuntura política oportuna que se ofrecía debido a la inestabilidad por la que pasaba la monarquía española y la independencia declarada por las provincias que componían el Virreinato de Nueva Granada.

 

Triana, J. (Director). (1981). Colección Revivamos Nuestra Historia. Bolívar, el hombre de las dificultades. Capítulo VIII: El manifiesto de Cartagena. Bogotá, Archivo Señal Memoria. VR BTCDX64 320034 0.23.14 - 0.26.05. 


En su primer análisis encuentra Bolívar las causas de la caída de los republicanos venezolanos. Para él, la explicación está en la división que se produjo entre los mismos venezolanos y no en las acciones de los ejércitos realistas: “Nuestra división y no las armas españolas, nos tornó a la esclavitud”, dice en el Manifiesto. A lo que agrega la debilidad de un gobierno excesivamente tolerante y benévolo que usó mal el perdón frente a las frecuentes conspiraciones, lo que Bolívar califica como “clemencia criminal”, al llevar a sucesivos complots que pretendían acabar con lo logrado en la búsqueda de la libertad. Fue un gobierno derrochador de las finanzas públicas, incapaz de consolidar las instituciones y de cimentar en los ciudadanos el sentido de la libertad, dada la excesiva ignorancia y la débil formación moral de los nuevos ciudadanos, demostrada en la incapacidad de encontrar explicaciones a los daños que causó el terremoto ocurrido el 26 de marzo de 1812 que, por cierto, fue hábilmente presentado por la Iglesia católica, enemiga de la independencia, como un castigo divino.

Como buen estratega político, Bolívar analiza la situación de España para señalar la propia lucha de los peninsulares por su independencia frente a los franceses, quienes habían impuesto como rey a José Bonaparte. Esto había creado una situación de inestabilidad interna que produjo la promulgación de la Constitución de Cádiz, el 19 de marzo de 1812, en la que se reconocía el carácter de “españoles americanos” de quienes vivían en estos territorios al proclamar en su primer párrafo: “La nación española es la reunión de los españoles de ambos hemisferios”. Desde su mirada, la situación era propicia para reiniciar el proceso de emancipación americana.

No escapó a su análisis el debate sobre las formas de gobierno que se daban en el interior de la Nueva Granada: el centralismo y el federalismo. Antonio Nariño, el presidente de Cundinamarca, era partidario del federalismo, mientras que Camilo Torres y Miguel de Pombo habían logrado que se aprobara en 1811 el Acta de Confederación de las Provincias Unidas de la Nueva Granada. Esto le permite exponer sus ideas centralistas que se basan en la experiencia federal vivida en Venezuela. Reconoce las bondades del federalismo por la felicidad que puede traer a los pueblos, pero dado el proceso vivido, la fragilidad de los gobiernos e instituciones, la ignorancia de los gobernados, las rivalidades entre las ciudades y una aplicación exagerada de los derechos del hombre, se rompieron los pactos sociales y Venezuela se sumió en la anarquía.

El Manifiesto permite ver a Bolívar como un estratega político que parte de su propia experiencia para proponer las acciones que posibilitarán superar los errores políticos y militares cometidos hasta ese momento en el proceso de independencia. Muestra cómo es posible aprender de los fracasos y ese aprendizaje lo lleva a mostrar cómo la independencia de Caracas garantizará la independencia del continente americano, pues consideraba a Venezuela como la puerta de entrada en la América del Sur. Esto se constituye en el inicio de la búsqueda de cooperación y apoyo entre las provincias vecinas en una causa común, sentando las bases de lo que se conocería años después como la “unidad americana”. También es la consolidación del “ciudadano” como nuevo sujeto de la política republicana que había surgido de los movimientos juntistas que dieron inicio a la independencia, gracias a la acción del ”pueblo americano”.

 

Triana, J. (Director). (1981). Colección Revivamos Nuestra Historia. Bolívar, el hombre de las dificultades. Capítulo VIII: El manifiesto de Cartagena. Bogotá, Archivo Señal Memoria. VR BTCDX64 320034 0.36.09- 0.037.55

 

El análisis político de Bolívar expuesto en el Manifiesto cumplió sus propósitos. El gobierno de Manuel Rodríguez Torices le otorgó un ejército de 70 hombres con el que emprendió un recorrido por el río Magdalena logrando la liberación de Tenerife, El Banco, Guamal y Tamalameque, hasta llegar a Ocaña, con lo que restableció el control del río y la comunicación con el centro del país. Luego, en apoyo al coronel Manuel del Castillo, comandante de Pamplona, emprendió la contención de las tropas realistas que pretendían entrar desde Venezuela, por lo que libró la Batalla de Cúcuta, el 28 de febrero de 1813, lo que le permitió iniciar la Campaña Admirable con la que buscó la liberación de Venezuela al inicio de la Segunda República.

 


Autor: Alonso Valencia

domingo, 22 de enero de 2023

El 19 de abril de 1810 y la Primera Republica: el primer acto de una gesta civil

 

«El 19 de abril de 1810», por Juan Lovera. 1835. Óleo sobre lienzo

El 19 de abril de 1810 es reconocido como el primer acto formal del proceso de independencia de Venezuela, a través del cuestionamiento que realizara el Cabildo de Caracas de la autoridad del Capitán General de Venezuela, Vicente de Emparan.

Muy resumidamente, los sucesos son los siguientes.

El Cabildo de Caracas convoca el 19 de abril, Jueves Santo, a una reunión extraordinaria para analizar las consecuencias para la Capitanía General de Venezuela de la disolución de la Junta Suprema de España y la abdicación del Rey Fernando VII. La intención original sería que Vicente de Emparan dirigiera una Junta de Gobierno que se opusiera a la ocupación que Napoleón Bonaparte había logrado sobre España, y que había provocado la abdicación del Rey español Fernando VII y la asunción al trono de José I, hermano de Bonaparte. Sin embargo, durante el día se fue constatando que las posiciones de Emparan y sus funcionarios, de un lado, y las de los caraqueños, del otro, eran irreconciliables.

El Cabildo de Caracas cuestiona la autoridad de Vicente de Emparan y, en medio de la confusión, y luego de recibir diversas recriminaciones, éste pregunta, desde la ventana del Ayuntamiento, a las personas congregadas en la Plaza Mayor (hoy Plaza Bolívar de Caracas) si querían que él siguiera mandando. Las personas allí congregadas, alentadas por el sacerdote José Cortés de Madariaga, contestaron que no. Entonces vendrá la célebre frase de Emparan: “Pues yo tampoco quiero mando”. Emparan renuncia y viaja a España.

Los sucesos darán entonces lugar a la formación de la Junta Suprema de Caracas, “Defensora de los derechos de Fernando VII”, a cuya cabeza se colocarán los dos alcaldes del Cabildo Municipal. La Junta será replicada en otras provincias de Venezuela. El 2 de marzo de 1811 se formaría el primer Congreso de Venezuela, que sustituyó las labores de la Junta Suprema de Caracas, y que luego declararía la Independencia de Venezuela el 5 de julio y dictaría el 21 de diciembre de ese año 1811 la primera Constitución de Venezuela.

Parte fundamental de la jornada fue la firma de un Acta, en la que se reflejan los acontecimientos. El Acta, si se quiere, refleja el carácter civil de los primeros movimientos independentistas. De hecho, el Acta será firmada incluso por el propio Emparan.

Como es sabido, pronto la Junta Suprema de Caracas cambiaría de tercio: ya no querría defender los derechos de Fernando VII, sino buscar la independencia de España, como se vería en los sucesos de los meses siguientes.

En todo caso, el 19 de abril fue un acto esencialmente civil, que daría inicio a una gesta de carácter civil, antes que militar. Los sucesos que ocurren entre 1810 y 1812, son todos de carácter civil, y están sustentados de forma magistral mediante argumentaciones jurídicas y políticas: desde la propia Acta de 19 de abril de 1810, hasta la primera Constitución de Venezuela, de 21 de diciembre de 1811, pasando por el Acta de Independencia del 5 de julio de 1811 y la Declaración de los Derechos del Pueblo, también de 1811. En esos documentos puede leerse la justificación republicana del proceso de independencia, que luego tomará un camino militar, como es sabido.

Como lo ha advertido el profesor Allan R. Brewer-Carías, en la presentación al libro colectivo La Independencia y el Estado Constitucional como obra de civiles:

“El proceso iniciado el 19 de abril de 1810, fue enteramente obra de civiles, y de civiles bien ilustrados, formados en nuestras tierras, quienes armados con los principios del constitucionalismo moderno que venían de emanar de las revoluciones norteamericana y francesa de finales del siglo XVIII, se pusieron a concebir un Estado constitucional moderno de las ruinas del régimen colonial español. Antes, ello sólo había ocurrido en la historia moderna, con la constitución de los Estados Unidos de Norteamérica”.


La Primera República 

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Para comprender el concepto historico de la Primera Republica, es importante saber que la actual historiografia nacional define la existencia de cinco republicas a partir del comienzo de la independencia en 1811:

Primera República

Con el nombre de Primera República se conoce en la historiografía venezolana el período transcurrido entre el 19 de abril de 1810 y el 30 de julio de 1812. 

Debe tenerse en cuenta que tal denominación no fue usada por los contemporáneos, sino que es creación de historiadores posteriores. 

Este período se inicia en Caracas con el movimiento del 19 de abril de 1810, cuando el gobernador y capitán general Vicente de Emparan y Orbe y otras autoridades españolas son derrocadas pacíficamente y sustituidas por una Junta Suprema de Gobierno; al comienzo, se declara «protectora de los derechos de Fernando VII», pero sus actos se dirigen al logro de la total independencia de Venezuela. 

Los aspectos más notables son: la formación de Juntas, similares a la de Caracas, en las provincias de Cumaná, Margarita, Barinas, Barcelona, Trujillo y Mérida, en tanto que Maracaibo, Coro y Guayana permanecen fieles a la Regencia que gobernaba en España; el envío de misiones diplomáticas desde Caracas a Inglaterra, Estados Unidos y Cundinamarca (Colombia); la libertad de comercio exterior; la creación de la Sociedad Patriótica, por iniciativa de particulares, como organismo radical revolucionario; el regreso a Venezuela del precursor Francisco de Miranda; el bloqueo de las costas venezolanas por buques de guerra españoles; la campaña militar del marqués del Toro, desde Caracas, contra Coro; la polémica sobre libertad de cultos (o tolerancia religiosa), iniciada por Guillermo Burke en la Gaceta de Caracas; la convocatoria, la elección y la reunión en Caracas de un Congreso donde estén representadas las 7 provincias unidas: Caracas, Cumaná, Barinas, Margarita, Barcelona, Mérida y Trujillo; la declaración de la Independencia absoluta de Venezuela, por dicho Congreso, el 5 de julio de 1811; la insurrección de los realistas de Valencia, dominada militarmente por un ejército al mando del general Miranda; la emisión masiva de papel moneda y la consiguiente inflación; la promulgación por el Congreso de la Constitución de las provincias unidas de Venezuela, primera Constitución nacional y primera de Hispanoamérica; la campaña contra Guayana, emprendida desde las bases republicanas de Cumaná, Barcelona y Margarita; el terremoto del 26 de marzo de 1812; la ofensiva del jefe español Domingo de Monteverde desde Coro hasta Valencia y Caracas. 

Con la capitulación de San Mateo, a fines de julio de 1812, y la entrada de Monteverde en Caracas el 30 de ese mes, termina virtualmente el período de la Primera República, pues la región oriental es sometida también al poco tiempo por los realistas.

Importancia de los viaje del Libertador en su Formacion

 


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Simón Bolívar le asignó  a los viajes una gran importancia en su formación intelectual y de su personalidad.

 

Los viajes moldearon el espíritu y la conducta de Bolívar y prueba de ello es que Ducoudray Holstein, “venenoso enemigo del Libertador… escribía: Había adquirido en el curso de sus viajes aquel habito mundano, aquella cortesía y suavidad de maneras que le distinguían y que tan atractiva influencia ejercieron sobre todos cuantos le trataron.


Primer viaje.


El 19 de enero de 1799, a los 15 años de edad, se embarcó en la Guayaren el navío San Ildefonso, rumbo a España. El 2 de febrero arribo al Puerto mexicano de Veracruz, permaneció en México mes y medio, ya que el siguiente puerto, La Habana, reencontraba bloqueado por los ingleses. En México frecuento los círculos más aristocráticos y opulentos. El 20 de marzo continúa su viaje, llegando a La Habana y luego rumbo a España donde llegó a finales de mayo al puerto de Santoña, y de aquí a Madrid, por la ruta de Bilbao. Bolívar se instala primero en Madrid, en casa de su tío Esteban, y luego en el palacio de su pariente, el Marqués de Ustariz. De Madrid pasa a Bilbao y luego se dirige a París donde estuvo hasta abril de 1802, cuando regreso nuevamente a Madrid, y el 26 de mayo, sin haber cumplido todavía diecinueve años, contrajo nupcias con María Teresa Rodríguez del Toro y Alaiza, regresando a Venezuela. El 22 de Enero de 1803 murió María Teresa de una fiebre maligna.

 

Segundo viaje.


Bolívar decide volver a Europa. A fines de diciembre de 1803 se encontraba en Cádiz. Durante este segundo viaje fue cuando le nacieron en él ideas políticas claras y precisas.

 

En Paris, donde vivía como un aristócrata, vela coronación de Napoleón, acto que le causo desprecio: “… La corona que se puso Napoleón en la cabeza la miré como cosa miserable y de moda gótica; lo queme pareció grande era la aclamación universal y el interés que inspiraba su persona. Esto, lo confieso, me hizo pensar en la esclavitud de mi país y en la gloria que cabria al que la libertase”…

 

Durante su estadía en París, conoció al barón AlexandreVon Humboldt y a Aimée Bonpland en el salón de Fanny Dervieu Du Villars. Viaja por Viena, donde se reúne con su maestro Simón Rodríguez. En la primera etapa de su segunda estadía en París sostiene un “tren de príncipe”, hasta que los consejos del viejo maestro le hacen que se entregue de nuevo a los libros y al estudio.

 

El 6 de abril de 1805 parte a Italia y lo acompaña su maestro don Simón Rodríguez y su apreciado amigo Fernando Del Toro. Permaneció algún tiempo en Milán donde observa la  coronación de napoleón como rey de Italia y la gran revista militar en la llanura de Montechiero. De Milán sigue a Verona, Papua, Venecia, Ferrara, Bolonia, Florencia, y Roma donde ocurrió el celebre juramento del Monte Sacro.

 

Bolívar volvió a París a fines de 1805 y en octubre de 1806 subió por Holanda hasta Hamburgo y se embarcó en un buque estadounidense rumbo a los Estados Unidos de Norteamérica. Arribó al puesto de Charleston el 01 de enero de 1807. recorrió Boston ,Filadelfia y Nueva York.

 

TERCER VIAJE


El tercer viaje a Europa lo hace presidiendo la Misión Diplomática a la Gran Bretaña, conjuntamente con Andrés Bello y Luís López Méndez. El 10 de julio de 1810,llegan los embajadores al puerto de Portsmouth en el buque General Lord Wellington.

 

Emil Ludwig señala que la razón que explica la selección de Bolívar como miembro de la Misión fue la siguiente: “… A Bolívar…, se le escogió para el cargo tomando en cuenta sus conocimientos de muchos países e idiomas europeos, su dominio del trato social y además su fortuna personal, pues había de emprender el viaje a expensas propias.

 

En Londres, Bolívar, contraviniendo las recomendaciones del canciller ingles y las instrucciones de la Junta Suprema de Caracas, conoció en su residencia de Grafton Square al casi mítico General Francisco de Miranda. La presencia de Bolívar en Londres llamó la atención de la prensa y en los lugares públicos “fue objeto de la curiosidad general y de numerosas simpatías”, ya que tenía el porte impecable de un lord, unido a la elegancia de un parisién; como su rostro ovalado y sus ojos ardientes atraían a las damas y era, además, jinete y esgrimista consumado…pronto todo el mundo le llamaba embajador de la América del Sur.

 

La Misión que Bolívar presidió en Londres, se manejó ante el gobierno inglés con habilidad y acierto innegables, como revela la nota dirigida por Bolívar junto con López Méndez, con fecha 21 de Julio de 1810, al Canciller inglés, la cual es un ejemplo notable de moderación y tacto diplomático, donde aparecen expuestos los propósitos de la Misión, en pleno acuerdo con las instrucciones recibidas por la Junta Suprema.


Terminada la Misión, los diplomáticos López Méndez y Bello se quedaron en Londres y Bolívar regreso a Caracas. Los otros viajes de Bolívar (Curazao, Jamaica, Haití, Nueva Granada, Ecuador, Perú, Bolivia) fueron hechos por imperativos y necesidades de la gesta emancipadora

domingo, 15 de enero de 2023

Los Maestros de Simón Bolívar

 Simón Bolívar, durante su infancia y juventud, tuvo la mejor educación por parte de los maestros más destacados en el siglo XVII y que influyeron en la vida del Libertador como Don Simón Rodríguez y Andrés Bello.

La educación humanista que tuvo el Libertador fue la base de lo que fue su desempeño a lo largo de la vida. Sin embargo, Bolívar también contó con otros profesores que existían para esa época y que ayudaron en su formación educativa. Entre ellos podemos mencionar a aquellos catedráticos y mentores como el Licenciado Sanz, el Padre Andújar, Guillermo Pelgrón, Carrasco y Vides, el Padre José Antonio Negrete, entre otros.

Simoncito
El niño Simón Bolívar. Fuente: www.simonbolivar.info

El joven Bolívar además de la educación que recibía de sus tutores antes mencionados, también que se dice que fue impulsado por sus maestros.

Esto más adelante, cuando estuvo en Europa se interesó por la política y los libros clásicos de los autores de la antiguedad, griegos y romanos: Homero, Polibio, Plutarco, César, Virgilio. Asimismo, los clásicos modernos de España, Francia, Italia e Inglaterra lo introdujeron en este tipo de lecturas; así como, los más diversos sectores intelectuales: desde filósofos y políticos como Hobbes, hasta poetas como Tasso y Camoens, pasando por naturalistas como Buffon, astrónomos como Lalande y economistas como Adam Smith. En sus cartas pueden hallarse muchos nombres recomendados por sus maestros, entre los que detacan los enciclopedistas y planificadores de la Revolución Francesa como Montesquieu, Rousseau, D`Alembert, Condillac y Voltaire.

Francisco A. Carrasco: profesor de aritmética y escritura

Bolívar recibía  sus primeras lecciones aritmética y escritura de la mano de Francisco A. Carrasco, un empleado de altísima confianza de la familia Bolívar y tutor de Simón y sus hermanos. Carrasco se desempeñaba en labores de contador y cajero en una tienda de importaciones.

Don Fernando Vides: profesor de aritmética y escritura

Don Fernando Vides instruyó al niño Simón en las clases de aritmética, primeras letras y escritura y fue el tutor de sus hermanos.

Fray Francisco de Andújar

El Fray Francisco de Andújar, un monje capuchino fundador de la academia de matemáticas en Caracas, fue el responsable de la formación en matemáticas de Simón Bolívar, durante su niñez.

Guillermo Pelgrón

Don Guillermo Pelgrón le dio clases a Simón Bolívar en lengua y cultura latina y gramática.

Pedro Palacios y Sojo

Pedro Palacios Sojo, también conocido como el “Padre Sojo”, fue un sacerdote y maestro de música desde mediados del siglo XVIII. Fue maestro y tío abuelo por la línea materna de Simón Bolívar, quien estableció una relación estrecha con el joven a través de la enseñanza de la música.

El Padre Sojo tenía su escuela de música, establecida en el pueblo de Chacao en Caracas. Allí instruyó a grandes músicos de la historia de Venezuela como José Ángel Lamas, Juan José Landaeta (autor de la música del Himno Nacional de Venezuela), Lino Gallardo, Cayetano Carreño, entre otros.

José Antonio Negrete

Fue maestro de Bolívar en las cátedras de historia y religión.

Simón Rodríguez

Simón Rodríguez
Simón Rodríguez. Fuente: elpais.com

Simón Rodríguez fue un escritor, filósofo y educador venezolano, reconocido tanto por sus obras como por haber sido el más influyente de los maestros y mentores de Bolívar.

Rodríguez ejerció la docencia en la Escuela de Lectura y Escritura para Niños, donde conoció al pequeño Simón, y presentó sus críticas, inspirado en las ideas de Rousseau, acerca del modelo educativo de las naciones americanas.

Rodríguez destacó la importancia que cada república independiente debía darle a la originalidad en sus modelos e instituciones, a través de su célebre obra Sociedades Americanas.

Simón Bolívar
Simón Bolívar. Fuente: www.simonbolivar.info

Ávido lector y amante de la libertad, Simón Rodríguez impactó en Bolívar durante la adolescencia, cuando su familia lo envió a Europa para que aprendiera de bellas artes y buenas costumbres.

En Europa, Rodríguez y Bolívar se reencontraron en Francia en el año 1804, donde influyó en como mentor e impulsó sus ideas independentistas en el futuro Libertador. Ambos viajaron por Francia e Italia, presenciaron la coronación de Napoleón Bonaparte como rey de Italia y subieron juntos al Monte Sacro, en Roma, donde Simón Bolívar recitó su célebre juramento por la Independencia de América.

Andrés Bello

Andrés Bello
Andrés Bello. Fuente: biografiadee.com

Andrés Bello fue uno de los humanistas y educadores más importantes de toda la historia de Venezuela y América Latina. Su trabajo de Bello dio origen al Código Civil; realizó su crítica más importante en el proceso independista; promovió la creación de instituciones educativas y medios de comunicación; aportó grandes obras a la literatura y al estudio de las primeras letras, entre otras contribuciones al humanismo.

Bello le impartió clases particulares de Geografía y Literatura a Simón Bolívar. Años más tarde, ambos conformaron en Europa la expedición diplomática hacia Londres para conseguir financiamiento para la causa independista.

Jerónimo Ustáriz y Tovar (Marqués de Ustáriz)

Bolívar, a los 15 años de edad, fue recibido en la cómoda casa del Marqués de Ustáriz en Madrid. Fue una de las personalidades más importantes en la vida y formación de Bolívar, a pesar de que la historiografía se enfoque en la influencia de Rodríguez y Bello.

En Madrid, Bolívar profundizó en sus lecturas de filósofos ilustrados, clásicos de la antigüedad, historiadores, oradores y poetas, incluyendo los clásicos modernos de España, Francia, Italia y Gran Bretaña. Además aprendió de equitación, baile y esgrima.

Alexander von Humboldt

Alexander von Humboldt
Alexander von Humboldt. Fuente: elpais.com

Alexander von Humboldt fue científico y naturalista alemán de gran influencia para la humanidad. Conoció a Bolívar durante su estancia en París y establecieron un lazo de amistad que se prolongó hasta la muerte de Bolívar, en 1830.

Humboldt dedicó varios años de estudio a la naturaleza del Nuevo Mundo. Bolívar nutrió su pensamiento de profundo humanismo, cosmovisión, respeto y conciencia naturalista. Asimismo, el Libertador reconoció cada descubrimiento como una hazaña que había dado más al continente que cualquier otro conquistador.

Referencias:

https://www.simonbolivar.info/maestros-de-sim%C3%B3n-bol%C3%ADvar

https://www.lifeder.com/maestros-simon-bolivar/

‘El general en su laberinto’, una mirada humana sobre la vida de Bolívar

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